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RELATOS FEBRILES

OLVIDO

OLVIDO

Joder con las cartas. Por cartas entendemos cualquier tipo de mensaje escrito. Es la forma de comunicación más difícil puesto que no está sujeta a diálogo alguno si no que consiste en un verdadero y propio monólogo.
Un monólogo que se establece entre personas lejanas sin que uno tenga inmediata posibilidad de réplica. Las cartas transmiten particulares sensaciones, pensamientos, reflexiones, odios, amor, amistad, dolor, ayuda, etc, etc... En realidad se escribe para provocar una respuesta.
El otro día viajando en tren me encontré un libro olvidado en el asiento, ¿quién se lo olvidó? La respuesta la obtuve después de leer la carta que escondía entre sus páginas:
"Año 1949.
Me llamo Olvido y la verdad es que me acuerdo de muy pocas cosas y cuando recuerdo alguna tengo que escribirlas; ahora recuerdo que nací en un pueblo de Palencia. Me casé con una mujer llamada Eternidad, durante algunos años todo fue bien hasta que un día enfermó y el médico le diagnóstico una enfermedad terminal. Para que no sufriera y no verla sufrir, me propuse matarla. Una noche de tantas cogí la escopeta de caza y la dije: "No me queda otra opción", y le disparé a bocajarro, acto seguido me puse el cañón de la escopeta en la cara y apreté el percutor.
Me desperté en el hospital y después de muchos días y contínuas operaciones, me ingresaron en prisión por asesinato en primer grado, pasé veinte años entre rejas.
La verdad es que no me acuerdo de haber estado casado ni de tener escopeta de caza ni de matar a nadie. Lo que si es cierto es que tengo la cara desfigurada. Algún otro día me olvidaré otro libro con una carta de un nuevo recuerdo".
Un dicho muy sabio es aquel que invita a contar hasta diez antes de decir cualquier cosa; mientras contáis, meditad lo que vais a decir sobre este relato.

LA CARTA

LA CARTA

El otro día escribí un relato sobre mi segundo "yo". Pensando y pensando me dije cual fue primero, "él" o yo. Es como repetir el viejo problema de si fue el huevo o la gallina lo que existió primero. Las ideas básicas pueden ocurrírsele a cualquiera de los dos, pero la recopilación de ideas y sugestiones que prometen ser útiles de alguna manera, ¿quién las clasifica? Pues muy fácil, el espíritu. Total que yo, mi segundo yo, y el espíritu somos uno, ¡pero! guiados por el jefe que es el cerebro. ¡Hostia! que empanada mental. Os explicaré un relato de cuando todavía no conocía a estos seres interiores.
La verdad es que no solía recibir cartas como para preocuparme. Aquel día abrí la carta y empecé a leer: "recuerda que naciste en el año 1490, antes del descubrimiento del nuevo mundo. Me decía cosas de mi juventud explicándome día a día, y minuto a minuto como transcurría mi vida, en realidad me explicaba toda mi biografía. Cuanto mas leía, más interesado estaba en llegar al final de los seis folios de menuda letra, para saber quien sabía mi vida mejor que yo. Ni los mas cercanos conocían tantas cosas mías como este ser. Al llegar al final de la carta mi sorpresa fue mayúscula, la rúbrica decia lo siguiente: "Soy la vida que vengo con la muerte para decirte que te toca a tí escribir la siguiente carta."

FRENOPATICO

FRENOPATICO

Trabajar en la difícil empresa de lo imaginario, constituye una obra de aprendizaje y de consulta continua con mi segundo "yo". No se trata de un juego de dibujos bonitos y palabras dinámicas, se trata de una actividad entre yo y el otro yo.
Antes de hacer un boceto o escribir una sola palabra, hay preliminares importantes. Los relatos imaginarios o febriles deben escribirse para dos clases de personas, las cuerdas y las no cuerdas, o sea la persona que cree que los relatos son reales y la que cree que son más reales. ¿Tú cual de las dos eres? ¡No te definas, te equivocarás! ¡Seguro! ¡Igual que yo! Por este motivo estoy escribiendo estas palabras grises (no se cual de los dos tipos soy).
El otro día, leía mis relatos y lo primero que pensé fue: "Joder..., este tío está loco", sin pensar que lo había escrito yo. ¿Por qué? Porque lo que le gusta a la gente sólo es el chismorreo,las críticas y el contar el día a día, solo mirar no ver, sólo hablar, no decir, sólo oír, no escuchar. ¡Hostia, no se que me pasa!, creo que se me han mezclado los "yos". En fin, no quiero volveros locos ni tampoco cuerdos con mis escritos, sólo el que entienda este escrito es como no es.
No hagáis caso de lo que dijo Sófocles: "Cuando Dios destina el mal para un hombre, primero daña su mente."

DE PASO

DE PASO

Descubrí una vez que mis sueños se convierten en imágenes. En ese momento mi objetivo tomó apariencia de realidad. Lo fotografié en mi mente y lo archivé en mi memoria. Ahora paso a unirlas dándoles argumento.
En aquel hospital, tenían que cruzar el jardín para trasladar el muerto al depósito de cadáveres. La camilla donde yacía el difunto tropezó con el pequeño bordillo que rodeaba el estanque y el baño no deseado ni esperado no logró despertarlo. Las risas de los camilleros despertaron más y más risas imaginarias de personas que no estaban en el lugar.
Nunca pensé que un muerto pudiera ocasionar tantas risas fúnebres, alegres y divertidas.
Les grité: "secadme por favor, no vaya a ser que me resfríe".

IMPOSIBLE

IMPOSIBLE

El hecho de que no sepamos como hacer algo no significa que seamos tan inteligentes o que tengamos tanta razón para decir: "¡es imposible!". Yo declaro que, el progreso ha sido detenido, obstruído y demorado por personas que utilizan la palabra "imposible". Alguna vez nos hemos preguntado: ¿por qué no podemos ver en la oscuridad? En realidad podemos ver, me explicaré.
Me dirigí a Pekín, capital de China y primera ciudad del mundo en alcanzar el millón de habitantes en 1750. Después de mucho preguntar y buscar, por fin encontré la calle de la luz. La verdad que no hacía honor a su nombre, era estrecha, oscura como boca de lobo, en el número diez residía un científico que según la gente del lugar lo conocían de toda la vida, unos decían que siempre existió. La puerta se abrió lentamente y me recibió un anciano al cual pregunté por curiosidad: ¿es verdad que su amo tiene tantos años como dicen? Se me quedó mirando y me respondió: no le sabría decir, sólo llevo doscientos años con el doctor. Bajamos una escalera gastada por los pasos de los años la cual terminaba en una enorme sala. El hombrecillo que salió de un rincón era pequeño como un llavero, la verdad es que no parecía tener mas años que su criado. Le dije lo interesado que estaba en poder ver en la oscuridad, "eso tiene fácil solución" me respondió. Los ojos nocturnos son de fácil colocación. Al despertar de la operación ya podía ver en la oscuridad. Con el dilema de que nunca mas sabría cuando era de noche.

REALMENTE CIERTO

REALMENTE CIERTO

Desde hace tiempo que leo vuestros escritos y la verdad es que son muy buenos; gustan, alegran, irritan y comunican. Por lo cual me decido a abrir mi blog y comentaros mis relatos febriles, algunos son reales otros lo serán y unos pocos son ficción.
No sé por donde empezar, lo más lógico es por el principio, si claro. Bueno... va, os contaré un secreto: tengo un gato con el cual hablo, él me entiende y me responde en mi lenguaje, me dijo que sólo hablaría conmigo siempre y cuando estuviéramos solos. No, no estoy loco, es realidad, el otro día me comentó que sin sombrero no iría a la playa, imaginaros como explico esta realidad increíble, en estos momentos me dice que os mande recuerdos para todos, en fin, seguiré hablando con él y explicándole vuestros comentarios.

CUALIDADES

CUALIDADES

¿Que voy a escribir? -He preguntado a mi gata, que suele ser mi musa. ¡A mí que me cuentas! Tú sabrás... Escribe lo que te parezca. Cuenta alguna de tus cualidades, me respondió. Joder... ¿Cómo no se me ocurrió? Sin duda eres mi musa.
El otro día, estando con dos amigos, me demostraron que sabían hacer cosas curiosas: uno no paraba de hacer aros con el humo del cigarrillo, el otro se sabía de memoria más de cien números telefónicos de amigos y de empresas. Yo les podía demostrar muchas cualidades que poseo, pero sencillamente les dije: lo que vais a ver lo recordaréis toda vuestra vida, y con el agravante de que aunque lo expliquéis nadie os creerá. Me puse de pie y les dije: miradme los pies. Pasaron unos segundos y me fui elevando unos ochenta centímetros del suelo. Di una vuelta por la habitación, descendí y me senté. Les dije: ahora explicadlo y os tomarán por locos, mis buenos amigos.

EL SUEÑO

EL  SUEÑO

El otro día tuve un sueño. Mejor os lo explico. Soñé con un amigo al que no veía desde hace 20 años. ¡Hola José! ¡Hombre Eme! ¿qué tal? ¿cómo estás? bien, ¿y tú? Regular, me respondió. Te diré; me casé, tenemos dos hijos, hace seis años me tocó la primitiva ( 200 millones ), me compré un chalet, todo perfecto hasta hace dos años que mi mujer se suicidó. ¿Por algún motivo?. Tenía un complejo. Le crecían pelos en las orejas y no pudo soportarlo. Era muy coqueta, se hizo un tratamiento pero no dió resultado. Se pasaba todo el tiempo delante del espejo, y un día me encontré un papel escrito que decía: "El espejo me ha dicho que me vaya al Rompeolas y me tire al mar, adiós".
Me desperté de aquel horrible sueño bastante preocupado, pero no le di mayor importancia hasta el otro día. Paseando por Las Ramblas, me encontré con José. Lo primero que me vino a la mente fue el sueño que tuve. ¡Joder, José cuánto tiempo sin verte!. La verdad es que parecía que el sueño se hacía realidad, me contó que se casó, que todo le iba muy bien, y que me llamaría para ir a cenar los cuatro juntos.
Ahora tengo el dilema de como decirle que su mujer se suicidará de aquí a dos años. No quiero que me aconsejéis como decírselo, tampoco me creería y me tomaría por loco. En fin, como dice el verso, los sueños, sueños son.

FRIO INTENSO

FRIO INTENSO

Si ustedes me honran leyéndome con frecuencia, estarán de acuerdo conmigo en que, en ocasiones me pongo un poco pesado hablando de mis relatos. Y yo, que a veces pienso que el mundo se ha hecho para una persona y que esta persona soy yo... En realidad cada uno de nosotros pensamos lo que nos viene al coco y no lo que queremos. En fin, dejemos el mundo como está y quien no sepa nadar que baje al fondo.
Os explico un relato que me viene ahora a la cabeza.
Aquel invierno se preparaba muy prometedor para la temporada de ski, era el mes de Febrero y hacía un frío muy intenso. Las orejas las tenía como si fueran de cartón. Aquella tarde la niebla era tan espesa que no se reconocía a las personas a un metro de distancia, la verdad es que soy un cachondo y esperaba ver a quien le tocaba sentarse conmigo en el telesilla. Se sentó junto a mi una persona la cual iba tapada con un pasamontañas y no distinguía si era hombre o mujer, sin mediar palabra durante algunos minutos le pregunté: "Estoy buscando las pistas negras y todas son blancas ¿cómo es posible?" Giró la cabeza y me respondió: "Todas las pistas son negras". Al bajar del telesilla me di cuenta que llevaba cascabeles en los bastones. Vaya dificultad pensé, todas las pistas negras y ciego.